Más un fumet que un plato elaborado. Andrés Mazaira.

Si tuviéramos que asimilar la innovación a algún concepto gastronómico, tal vez el concepto de fumet o “fondo de cocina” sería el más apropiado ya que la innovación no es un fin en si mismo y por lo tanto no es posible entenderla como un plato terminado. Tampoco existe una receta exacta y pormenorizada que nos garantice alcanzar el éxito a la hora de elaborar ese difícil plato que es el crecimiento y el éxito de una organización construidos a partir de una apuesta por la innovación, es más, en ocasiones, mezclando casi los mismos ingredientes y siguiendo las mismas técnicas culinarias (o metodologías) podemos obtener resultados prácticamente opuestos.

Ahora bien todos aquellos que de una u otra manera nos hemos introducido en ese lugar fascinante que son las “cocinas” donde empresas y organizaciones asumen el reto de preparar nuevos platos construidos a partir de una apuesta por la innovación (y especialmente en las coordinadas por esos cocineros que persiguen construir el éxito a partir de desarrollos disruptivos), podríamos señalar una serie de ingredientes que se utilizan habitualmente en esas cocinas de éxito porque casan bien para poder construir ese fumet que, sin ser un fin (ni un plato) en si mismo, forman parte del éxito en su apuesta constante por desarrollar nuevas “creaciones”

Ese “fondo de cocina”, que es la innovación, también puede realizarse de diferentes maneras, en nuestro caso apostamos por construirlo ligando dos grandes elementos “construidos” previamente:: 1.- Una Cultura Corporativa potenciadora y orientada a la Innovación y 2.- la apuesta, presencia y cuidado del Talento Innovador.”…. pero ¿de que se componen una y otro? … pues si tuviéramos que destacar algunos de los ingredientes de uno y otra serían:

• Talento Innovador: que se caracteriza por ser capaz de valorizar el conocimiento, de cuestionar lo establecido y de buscar nuevos caminos para el éxito y el crecimiento de las organizaciones… Entre otras cosas en este talento podemos detectar “ingredientes” como:

o Emprendimiento
o Humildad.
o Curiosidad
o Creatividad
o Resilencia
o Esfuerzo
o Pasión,
o “Open Mind”
o Transversalidad.
o Capacidad para gestionar la incertidumbre.

• Cultura Corporativa: entendida por el conjunto de valores y normas que configuran el comportamiento de las organizaciones. Las culturas que se observan en esas grandes cocinas en las que se apuesta por la innovación para conseguir el éxito tienen ciertos elementos entre los que podríamos destacar que:

o Potencian la Valentía y se admite y se premia el asumir riesgos.
o Están dispuestas a cuestionar los paradigmas sobre los que han construido los éxitos del pasado.
o Se replantean permanentemente donde se encuentra el valor para su target y está dispuesta a realizar los cambios que sean necesarios para maximizar su propuesta de valor.
o Están dispuestas a renunciar a parte de su mercado potencial para no perder su personalidad diferencial.
o Están orientadas a Resultados.
o Reconocen la importancia del factor “tiempo” en los procesos del crecimiento.
o Fomentan la interdisciplinariedad
o Son culturas abiertas que buscan la colaboración con agentes externos, con otras empresas, con competidores….
o Se dotan de mecanismo para escuchar y pensar en los clientes, pero también en los “no clientes”.
o Se contemple y se de salida, sencilla, el emprendimiento corporativo

Y al igual de que podemos afirmar que existen ingredientes que podríamos considerar casi imprescindibles para poder cuajar un buen “fondo de innovación”, existen también otros ingredientes que si se aparecen y son dominantes imposibilitarán el llegar a un buen resultado, entre ellos podríamos destacar:

• Una cultura corporativa:
o autosatisfecha y con tendencia a la autocomplacencia;
o en la que existe el miedo al fracaso;
o donde se admite el conformismo con la situación;
o donde procesos creativos e innovadores están más centrados en la aportación de inputs que en la consecución de outputs y donde no existe transparencia sobre el desarrollo del proceso;
o que admite la primacía de los estereotipos;
o que busca satisfacer a todo el su mercado potencial;
o donde el talento se considera un valor secundario.

• Que es permisiva con actitudes personales y corporativas que:
o se centran en el análisis de los superficial, de lo obvio.
o ridiculizan las sugerencias (aunque solo sea una de ellas)
o hacen que no se prioricen las apuestas que no provienen de la alta dirección.
o permiten el “robo” de ideas y méritos.
o que premien el un concepto, mal entendido, de fidelidad a la dirección y en el tenga cabida el “peloteo”

Desde luego no es fácil de ligar todo ello pero ¿quién dijo que innovar y alcanzar el éxito sería fácil?
En cualquier caso seguro que tu puedes contarnos tu experiencia en las cocinas de las innovación o añadir más ingredientes que facilitan o dificultan sacar al mercado ofertas de valor innovadoras o hacernos llegar las opiniones de otras personas en este sentido .. te animas a dárnoslas? Esperamos tus comentarios ☺:

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